La lección de mi padre

Diario Popular

Fue mi papá, Pedro Manes, que era médico rural, el que me enseñó la importancia de cuidar de los demás a través de la medicina, asegura Facundo Manes.

Descubrí la pasión por mi profesión de muy chico. Fue mi papá, Pedro Manes, que era médico rural, el que me enseñó la importancia de cuidar de los demás a través de la medicina.

Muchas veces vi cómo, cuando alguien lo necesitaba, salía corriendo para atender esa urgencia. También me enseñó sus valores, el compromiso y la responsabilidad con la que tenemos que llevar adelante todas nuestras acciones. Él amaba profundamente su trabajo y su país. Recuerdo que solía decirnos a mi hermano Gastón y a mí que en la vida había dos cosas que valían la pena: el conocimiento y el amor al prójimo.

En estos momentos tan difíciles que vivimos, su lección se vuelve más importante. Es que todos los argentinos y las argentinas tenemos que entender de una vez por todas que la división y la pelea no nos permitirá resolver nunca los problemas urgentes que nos aquejan. Tampoco nos ayudará a planificar nuestro futuro. Para todo ello es necesario generar grandes acuerdos sobre el país que queremos ser.

Entonces, tenemos que recuperar la capacidad de debatir. El pensamiento crítico es nuestro mejor aliado frente a la grieta.

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Debemos poder dialogar con quienes tienen distintas visiones, sin descalificaciones, sin pensar que de un lado están los buenos y del otro los malos, que de un lado están las ideas salvadoras y del otro simplemente la muerte. Estemos seguros de que vamos a encontrar muchos más consensos de los que imaginamos.

Necesitamos construir una estrategia común de los diversos actores, con debates y acuerdos básicos. La gracia de la armonía es lograrla no solo cuando tenemos ideas comunes, que resulta siempre más confortable y menos estimulante, sino también cuando tenemos posiciones divergentes.

Como comunidad, debemos ocuparnos de que nadie tenga menos oportunidades que otros de comer bien, de cuidar su salud, de educarse y de trabajar para alcanzar todo su potencial. Es necesario que prestemos principal atención a quienes más han sufrido las consecuencias de la pandemia. Tenemos que enfocar nuestra inversión y estímulo a lo que representa el capital más importante para el desarrollo, y también para superar las crisis, que son la ciencia, la tecnología, la educación. Es el principal camino que un país puede tomar en el largo plazo para lograr la prosperidad y mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.

La empatía, la posibilidad de acordar, el respeto por los demás, la dedicación y el esfuerzo son rasgos claves en una sociedad. Los seres humanos aprendemos fundamentalmente a través del ejemplo. Eso fue mi padre para mí. Hoy, lo recuerdo y extraño como siempre. Mi saludo a todos los padres en nuestro día.

Facundo Manes es neurólogo y neurocientífico. Presidente de la Fundación INECO