Diario Popular
A medida que pasan los años, cada vez existe mayor interés y deseo por mantener nuestro cerebro en forma. A propósito de todo esto, un informe del Global Council on Brain Health, un consejo internacional de científicos, profesionales de la salud, académicos y expertos en políticas públicas, señala que nuestro estilo de vida tiene un profundo impacto en nuestro cerebro.
Se trata de las conclusiones de un encuentro del que formamos parte con otros doce especialistas internacionales, para discutir sobre la evidencia científica ligada a las actividades cognitivas o intelectuales que podemos llevar adelante para mantener un cerebro saludable.
Una de las principales conclusiones es que la estimulación intelectual protege nuestro cerebro en la vida adulta. Esto significa que llevar a cabo actividades novedosas, que nos resulten atractivas y mentalmente estimulantes, como aprender un idioma o un instrumento musical, estudiar sobre nuevas disciplinas y tener pasatiempos desafiantes, nos ayuda a que nuestra mente se mantenga activa.
Otros factores beneficiosos son, como señalé en columnas anteriores, realizar actividad física de manera regular, mantener un buen patrón de sueño, manejar el estrés, tener una vida social activa y llevar una dieta saludable. También es importante el control de la presión arterial, el colesterol, el nivel de glucosa en sangre, el ácido fólico, la vitamina B12 y el peso. Asimismo, resulta vital no tener hábitos perjudiciales para la salud y tener un propósito en la vida.
Además, el informe derriba ciertos mitos sobre la forma en que se desarrolla nuestro funcionamiento cerebral. Entre ellos, que la vejez es sinónimo de demencia. Si bien la edad es uno de los principales factores de riesgo para sufrirla, se trata de trastornos que responden a un origen multifactorial.
En esta misma dirección, suele pensarse que la gente mayor está condenada a tener problemas de memoria. Sobre esta cuestión es necesario destacar que frecuentemente se confunden los problemas de memoria con falta de atención. Otra creencia falsa tiene que ver con la idea de que ya no es posible aprender nada nuevo cuando se es mayor, y menos un idioma. Si bien es cierto que para los niños quizás resulte más sencillo aprender nuevas estructuras gramaticales, de ninguna manera se trata de una tarea imposible para los mayores.
Y ¿qué sucede con los llamados “juegos mentales” o “cerebrales” disponibles generalmente en Internet? El informe sostiene que no hay pruebas suficientes de que mejorar el rendimiento en estos juegos favorecerá el funcionamiento general de las personas en la vida cotidiana. Las expectativas sobre sus beneficios suelen ser, a menudo, exageradas.
Simplemente lo que suele suceder es que cuanto más se juega, mejor desempeño se tiene solo en ese juego. Conocer qué le hace bien a nuestro cerebro es fundamental para poder protegerlo.