La importancia de las “funciones ejecutivas” de la mente

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Diario Popular
Una de las principales características del ajedrez es la necesidad de imaginar cuál es la jugada que hará el contrincante, anticiparse a lo que puede venir y, a partir de esa suposición, diseñar la propia estrategia. De esta manera, la mente nos permitiría llegar al jaque mate.

Se denominan “funciones ejecutivas” al grupo de habilidades cognitivas que nos permiten adaptarnos a nuevas y complejas situaciones. Estas se definen a partir de sus resultados ya que su objetivo es mantener de manera efectiva una conducta para que se cumpla determinado fin propuesto. Por eso, involucran aquellas conductas que van más allá de las habituales y cotidianas. A diferencia de otras especies que solo tienen la capacidad de reaccionar ante lo inmediato, nosotros podemos perseguir metas, aun cuando se trata de acciones que contradicen nuestra forma de actuar en el pasado o nuestras necesidades inmediatas. Esto se debe a que somos capaces de anular nuestros hábitos e impulsos.

Se tratan de procesos mentales orientados al autocontrol físico, cognitivo y emocional. Los ejemplos van desde la planificación, la toma de decisiones, la organización, la capacidad de abstracción, el control inhibitorio y el desarrollo de estrategias hasta la flexibilidad cognitiva y la memoria de trabajo. Además, son fundamentales en el monitoreo de habilidades más básicas, tales como la memoria y la percepción en la realización de tareas complejas. Estas funciones, consideradas de orden superior, se relacionan con el desarrollo de los lóbulos frontales, las estructuras más recientes del cerebro humano. En esta área cerebral se integran varios subsistemas. Así, recibe la información de los cambios que se producen en el organismo y participa en la regulación de los estados de ánimo. Es decir, constituye un sistema que regula la información exterior con la interior.

En la vida diaria, este complejo sistema se ve afectado cuando estamos sobrepasados de tareas y demandas. Nuestra actividad laboral sobrecargada, no estructurada y continua, las llamadas telefónicas, los mails, los mensajes de texto, las redes sociales y las noticias permanentes impactan de manera negativa en nuestras funciones ejecutivas porque consumen una enorme cantidad de energía. Como consecuencia, la fatiga mental resultante se revela en forma de errores, pensamiento superficial y deterioro de la autorregulación.Cuando la red de funciones ejecutivas está abrumada, “pierde las riendas” y nuestro comportamiento es impulsado por las señales inmediatas. Entonces respondemos simplemente a lo que está delante de nosotros, independientemente de su importancia, y entonces, dejamos de anticiparnos en la partida.